Que me gaste yo la vida
devorando cada pensamiento tuyo
cada paso, que se borren tus lunares
y aparezcan en reemplazo
dibujados en tu cuerpo
cada beso, cada abrazo.
Y ahora que estás aquí
yo de nuevo soy feliz
pude entender que eras para mí.
Déjame quererte tanto
que te seques con mi llanto
que se nuble cada cielo
y que llueva hasta hacer charcos.
Déjame besarte tanto
hasta que quedes sin aliento
y abrazarte con tal fuerza
que te parta hasta los huesos.
Y ahora que estás aquí
yo de nuevo soy feliz
pude entender que eres para mí.
Quiero excederme,
perseguirte, pretenderte,
quiero amarte noche y día
quiero gastarme la vida.
Quiero amarrarte a mis
sesenta de cintura
llevarte como un tatuaje
quiero perder la cordura.