La conocн una tarde
con su guitarra cazaba boleros.
Tenнa puesto un jean,
y una rosita amarilla en el pelo.

їQuй vas a hacer?
Me preguntу sonriendo.
"Lo que tъ quieras", respondн;
fuimos al mar y mojamos los sueсos.

Guiсй mis ojos, y un delfнn
pintу una ola rizada en su pecho.

Luego reн, y rompimos el hielo;
nos mordimos los dedos
como viola en un solo de cello.

Eres como una hormiguita
que me besa y me pica,
que recorre mi espalda
y se acuesta en mi barba
a estudiar geografнa.

Eres como un trapecista
que atraviesa mi lengua;
y tu circo de flores
me carga y me suelta
perdiendo la cuenta,
perdiendo la cuenta,
eres.

Y tuve ganas de llorar,
pero tan solo en mi ojo derecho.
Ella hablaba de la luna y de Chopin,
y yo tocaba el Preludio de un Beso.

Luego reн, y rompimos el hielo;
nos mordimos los dedos
como viola en un solo de cello.

Eres como una hormiguita
que me besa y me pica,
que recorre mi espalda
y se acuesta en mi barba
a estudiar geografнa.

Eres como un trapecista
que atraviesa mi lengua;
y tu circo de flores
me carga y me suelta
perdiendo la cuenta,
perdiendo la cuenta,
eres.